Me encanta ir de boda, suelo tener mucha suerte con el clima incluso en la que ya os conté que tuve en Noviembre. No me gusta repetir vestido, pero he contado que lo hecho en más dos ocasiones con cada uno, excepto con los que me han dejado. Aunque lo que me puse en la última boda me lo he puesto miles de veces y me lo sigo poniendo ¿Quieres descubrir por qué?
Fue todo en el Hotel Beatriz, mi marido muy guapo con su Núñez de Arenas y nada una boda muy chula, en la que lo pasamos genial y no faltó de nada y hubo muchos regalitos :)
Tenía muchas ganas de este peinado, una trenza espiga que me daba el toque romántico que estaba buscando y es un estilismo perfecto para el verano y el otoño.
El maquillaje en unos tonos verdes con efecto degradado que da mucha profundidad a la mirada. Para eso mi peluquera Alicia es única.
Pero la otra boda... OMG!
Ole yo con mis vaqueros guarreros ja, ja, ja.
¡Qué divertido por favor! ¡Qué originalidad! ¡Qué envidia de familia! Tan unidos, tan estupendos ¡Súper increíbles! Realmente esta es la boda esa tan íntima de mi amiga en la que os dije que fui testigo y que más adelante harían una comida a lo grande en su pueblo. Para allá que nos fuimos con niños y todo a Extremadura a Santibáñez el Bajo y no os podéis ni imaginar, ella venga a decirnos que unos pantalones guarreros y zapatillas y listo que era comer en el campo y pasar el día, que no era gran cosa, que los niños igual, que se llevaran las bicis, etc.
Pero cuando llegamos allí... No hay mejor boda en la que me haya reído tanto, su familia tenía una gorda preparada; se vistieron de boda, los vistieron de novios, se hicieron fotos en el parque, los pasearon en un remolque decorado por el pueblo, luego en la finca se disfrazaron de cura con monaguillo y todo, decorado súper bien, alfombra roja, photocall, un guion mejor que un monólogo, al novio le tiraron al pilón, le colgaron de un árbol, a la novia la subieron a caballo que tiene pánico, les ataron un pavo o un gallo o algo de eso mira que risa, y todo súper ameno dos paellas riquísimas, los niños disfrutaron mucho, luego hubo regalos todo como en las bodas, pero de romper con cemento, de separar billetes, mucha risa allí cantando tocando, comiendo, bebiendo, con karaoke también... muy muy diver, sin duda lo volvería a repetir.
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