En 2018 el llenazo en la plaza fue deslumbrante como la bola de discoteca ¡así se llama el desfile del diseñador José Sánchez!
Arrancamos bailando (como se me da tan bien) al mejor ritmo que existe y existirá jamás ¡la música de los ochenta!
Me lo pasé pipa, doy gracias a mi amigo por confiar en mi cada año, esperar pacientemente los partos que he tenido de por medio y dejarme disfrutar de su espectáculo y colorido. Paso muchos nervios pero luego disfruto mucho con el resultado.
Que bonito llevar esta ropa, me encantaría haber pisado la calle con esos colores y tachuelas, esos cardados, las super hombreras, geometrías, etc.
Convivir con tantos estilos y que no importara nada, una forma de expresión, una rebeldía. Hoy en día es posible expresarse a través de la ropa pero ¿verdad que no tan locamente?
Qué maravilla, no faltó detalle y la gente muy feliz de recordar aquella época aplaudiéndonos al ritmo de la música.
No me veo muy favorecida pero que me quiten lo bailao ja, ja, ja.